Hipoglucemia

Bajadas de glucosa-Hipoglucemia
-Origen y prevención
La glucosa es el principal “alimento” del cerebro, por eso este problema puede llegar a ocasionar trágicos desenlaces.
El origen es la falta de glucosa en sangre, bien por no comer en un periodo largo de tiempo o bien por haber consumido las tan pequeñas reservas de glucosa que un cachorro de raza pequeña dispone.
El “quid “ de la cuestión es el perfecto equilibrio entre la energía asimilada a través del alimento y su consumo a través de las diferentes vías.
Una frecuente alimentación y de alta calidad es por tanto vital para evitar este problema, por eso en los primeros meses y hasta unos días después de la adaptación del cachorro a su nuevo hogar aconsejamos tener siempre disponible la comida a merced del cachorro, una alta calidad en la alimentación y de alta densidad energética es importante, pues con poca ingesta obtendremos el mayor poder energético, huyamos por tanto de esos “consejos” tan extendidos como darle pienso de adultos o incluso “senior” para evitar su crecimiento (¡¡menuda aberración!!) pues su balance energético es muy bajo y será muy posible un episodio de hipoglucemia.
Por otro lado el estrés, actividad excesiva o simplemente el frío hacen que su  ritmo metabólico sea mucho más alto aminorando así las reservas de glucosa.
Aunque hablamos de cachorros, es posible estos casos en adultos, si bien es cierto que en poca probabilidad, aumentando ésta notablemente en el caso de ejemplares de muy reducido tamaño.
-Manifestación
Comienza con una bajada en la actividad del ejemplar, continua con un ligero decaimiento, sigue con no ser tan ligero, un aparente mareo, mareo severo, pérdida de motricidad, inconsciencia, coma y muerte del ejemplar
-Solución y primer auxilio
Independientemente del grado en el que nos encontremos, lo primero es elevar los niveles de glucosa en sangre, los minutos pueden significar la vida del cachorro por lo que antes de nada debemos ponernos manos a la obra, pues es algo tan sencillo de solucionar como vital y tan espectacular es su bajada como su recuperación.
Vamos a ponernos en el peor de los casos, en un ejemplar a punto del coma.
La misión es sencilla se trata de conseguir que el cachorro ingiera glucosa, su asimilación es rapidísima y en cuestión de un par de minutos se comienzan a notar los primeros resultados.
Todo aquello que asociemos a “azucar” puede sernos válido, yo aconsejo :
diluir agua con azucar : bien cargado de azucar el agua debe ser un mero diluyente, lo importante es el azucar (2 cucharadas soperas en medio vaso de agua por ejemplo), lo diluimos y con una jeringa sin aguja y con el cachorro tumbado sobre su costado y con la cabeza muy ligeramente inclinada en nuestra mano vamos depositando en el interior del carrillo con mucho “tiento” y lentamente la dilución en cortos intervalos  (2segundos) pues si el cachorro está muy perjudicado no tenga fuerzas ni para tragar o evitar que le vaya a los pulmones,  en cuestión de segundos desde la primera aplicación comenzaremos a ver los primeros movimientos voluntarios de la lengua, párpados, ojos… algún minuto después comienza a mover  la cabeza y alguna extremidad, indicios de que vamos por el buen camino, poco a poco la mejoría será cada vez más aparente, aún así no debemos parar la ingesta de glucosa, si bien podemos no hacerlo de forma tan intensa como al principio.
Esta misma recuperación la podemos realizar con yogurt o pettit suisse y con un gran extra de azúcar, batido y aplicado de forma similar, si bien es cierto que es algo más dificultosa su ingesta, por lo que prefiero la dilución de agua en un caso extremo. También podemos poner azúcar (tal cual) o leche condensada bajo la lengua, pero dificulta su ingesta y su mejoría será más lenta y en algún caso la rapidez es vital.


Vigilancia
La recuperación del cachorro es rápida pero no es total, su estado aparente es como si estuviese “mareado”, es perfectamente normal tras un episodio.
Nos aseguraremos de que coma perfectamente en las horas posteriores e incluso si fuese necesario lo tendremos con alimentos ricos en glucosa o enriquecidos de forma adicional como yogurt o petit suisse con “extra” de azucar.
Una observación minuciosa en las 72 horas posteriores al episodio son importantes pues hay posibilidad de recaída tras un episodio.

Esperamos que este artículo sirva para auxiliar algún suceso, pero ante todo para preverirlo, que siempre es más gratificante y placentero.

David Borjabad.
Centro Canino Rukuba
Director Técnico