Socialización ambiental 2

Socialización ambiental 2, por RUKUBA.

El plan que yo siempre aconsejo para cualquier perro de cualquier tipo es común, es el mismo para un perro que va a asistir a un invidente, que el que asiste a un minusválido, que el que se va asignar a un perro detector de sustancias, de exposición y por supuesto, no sólo perfectamente válido para un perro de compañía, sino que IMPRESCINDIBLE para que sea un ejemplar realmente ejemplar.

Es sencillo, se trata de exponer de forma paulatina, diaria y constante a todas las estimulaciones posibles incluso extremas, nunca está de más, desde una opción segura y ue en vez de habituación no nos genere sensibilización, por eso digo paulatina.

Es muy importante en esta etapa empezar a conocer los signos de calma y alerta de nuestro cachorro y su umbral de tolerancia.
Iremos a todos los sitios que puedan estimular el mayor repertorio sensorial (luces, formas, olores, ruidos…) en bullicios o estimulaciones intensas y de forma inicial le llevaremos en brazos “bajo el sobaquillo” y mirando hacia delante, de este modo controlará y se enfrentará a la plenitud de imágenes, olores y sonidos pero desde una forma segura, hagamos uso de la etología empática que tanto fomentamos en Rukuba, ¿cómo te sentirías más seguro caminando en un mercado de pié o en cuclillas? La pérdida de altura nos da falta de control y esto aumenta la inseguridad, pues aun así, piensa que tu en cuclillas eres mucho más alto que cualquier cachorro antes de los 3 meses, por otro lado ¿cómo te sentirías más seguro caminando entre animales de gran envergadura como elefantes, si lo hicieras entre ellos o sobre uno de ellos? Sirvan estas comparativas para ponernos en su lugar.
Los sitios que quizás considero de especial interés son tales como Plazas, Mercados, Colegios, Estaciones de tren, canteras, conciertos, partidos de futbol, procesiones, clubs o campos de tiro, centros comerciales,…
Lo ideal y la mejor respuesta es que si la riqueza ambiental y la exposición a los diversos estímulos es suficiente genere una bajada de las reacciones de alerta por saturación y el perro llegue a su estado mínimo de alerta, atención y actividad, es decir, que se duerma en cualquier entorno siempre que lo desee.
Así evitaremos lo típico de “no e sque aquí no me hace caso porque se distrae…” ¿Qué se distrae simplemente con un césped desconocido?¿que le importa más el césped que lo que tu le propongas?¿te imaginas que yo fuera a buscar vísctimas sepultadas o un explosivo y dijera “es que con tanto cacharro por aquí… no hay quien busque…”
Yo intento asistir en la medida de lo posible (ya se sabe, en casa del herrero…) a campos de tiro y canteras para que se habitúen a esos estímulos auditivos que tantos quebraderos de cabeza suelen traer, cuando un camión o pala cargadora cargan o vuelcan su contenido de graba o rocas generan un ruido similar a un trueno, por eso desde muy pequeños les doy de comer, juego o simplemente paseo en estas situaciones para que cuando llegue su primera tormenta no le llegue con 10 meses y diga ¡¡ a cubierto!!¡¡el fin del mundo!!  Prefiero que diga ¡¡ya están los amigos de la cantera currando!!
Igualmente con los estruendosos ruidos de llegada de un tren y la posterior salida de la muchedumbre, los carritos del centro comercial, la cabalgata, las estresantes salidas de colegios…
La mejor de las respuestas de un perro insuficientemente socializado es la atención enfocada de forma externa, es decir, un perro que va atento a cualquier cosa menos a lo que tiene que ir, su dueño o guía, pero esa información a captar siempre dificulta la información que queremos que realmente “sintetice”, es decir, esa información ambiental que está procesando nos genera una disminución de su capacidad de proceso de la información que para nosotros es realmente válida, es decir, nos cuesta más que aprenda y nos obedezca por falta de atención.
Y esto, en el mejor de los casos, así que, tienes motivos más que suficientes para implicarte al máximo en la socialización de tu cachorro.

David Borjabad
Director Técnico
Centro Canino Rukuba