Socialización intra e interespecífica 1

Socialización intra e interespecífica, por RUKUBA.

Esta socialización responde a la capacidad de relacionarse el perro con sus congéneres.

Para ello es muy importante comentar cómo debe ser el contacto de el criador con el cachorro.

Pongámonos en el lugar de un cánido primitivo, un lobo por ejemplo
1 Si tenemos una loba en cautividad con cachorros y al entrar en su recinto ella se altera, transmite a sus cachorros reacciones de alerta e inseguridad condicionadas a la presencia del hombre.
2 Si por el contrario, esa hembra está totalmente mansa y tranquila ante nuestra presencia los cachorros tolerarán la presencia del humano como un elemento más de su entorno
3 Si la loba tiene buenos lazos afectivos con el cuidador por el contrario del primer caso, la loba transmitirá unas reacciones de seguridad y afecto condicionadas a nuestra presencia.
Considero socializado al ejemplar del caso 2, consideramos afectiva o emocionalmente vinculado al ejemplar del caso 3.

Cabe otra posibilidad y es criar un cachorro de lobo a biberón, en este caso realizaremos un proceso conocido como “troquelado” en este caso se genera una confusión de especies y el lobo nos considera como de su especie o nos considera como la suya, lo cual genera muchos conflictos de tipo social, pues para bien o para mal reaccionará con el humano como un congénere y por el contrario no sabrá relacionarse con los suyos, no los reconocerá ni aceptará como semejantes, es por eso por lo que por ejemplo los animales criados “a mano” no pueden criar en pareja con un semejante ( a veces ni siquiera se toleran) sino que deben ser inseminados por un humano que asocian como “su pareja”.

La interacción del criador con los cachorros y con la perra deben ser como mínimo como en el caso 2, lo ideal sería como en el 3, pero aún así es vital que la relación entre el cuidador y la perra sea “perfecta”, si cuando el cuidador entra a la paridera la perra manifiesta ¿está todo bien?,¿he hecho algo?,¿pasa algo? Como pasa en muuuuchos criaderos, la perra está condicionando a sus cachorros a ser dubitativos ante nuestra presencia o contacto con ellos, por el contrario la perra que cuando entras “te dice” “¿has visto como estan?”,”¿Qué orgullosa estoy?”,”¿porqué no coges uno?” transmite plena confianza, seguridad y proximidad de contacto a sus cachorros, por eso no es sólo importantísimo la calidad del carácter de una reproductora (de forma individual) sino también con el humano pero sobre todo la relación que tenga con su propietario o cuidadores quienes serán los primeros referentes de la especie humana para los cachorros.
Estas mismas reacciones ocurren no sólo con el humano sino que también este tipo de condicionamientos asociados a las reacciones maternales se dan con otros animales u objetos del entorno, casos especiales en los que una perra se lleva muy bien con un gato o una yegua o una manta o pelota hacen que los cachorros tengan una tendencia mayor a vincularse afectivamente positiva con esos animales o elementos, lógicamente las reacciones serán las opuestas en caso de que la perra emita señales de alerta ante determinados objetos o elementos, es muy común (sobre todo en la crianza “particular”) el miedo al cepillo por parte de los cachorros al ser un elemento utilizado en la limpieza de la paridera y que en su día “cató” la perra y al que se le generó “miedo instrumental”.

David Borjabad
Director Técnico

Centro Canino Rukuba