El Perro de Pastor Alemán II

Nota: este artículo fué escrito por David Borjabad (Rukuba) para el especial Educación y Adiestramiento de la revista nacional "El Mundo del Perro" por petición de dicha revista, dicho especial se puede solicitar en cualquier kiosko bajo pedido.          
 

Hoy en día quien adquiere un Perro de Pastor Alemán se puede encontrar con algunas dificultades o frustraciones con el comportamiento de su ejemplar, como bien sabemos el carácter es una manifestación (fenotipo) en la cual influyen tanto los factores genéticos (genotipo) como los ambientales (crianza, trato, educación…). Por lo que debemos ser tan cuidadosos con la elección del criador, camada e individuo como en su crianza y trato.

Un ejemplo común es quien se asombra de que su perro no cubre la necesidad de protección de una propiedad o nuestra familia, o bien la carga genética no es la más idónea para tal fin o el tipo de crianza no ha sido la correcta, por tanto, debemos asegurarnos de que elegimos los profesionales adecuados para que nuestro fiel amigo sea además nuestro fiel protector.

Son muchos los propietarios que se quejan de los comportamientos y conductas de su perro de Pastor Alemán, además son numerosos los casos en los que con un año lo regalan o van a un adiestrador como si de la Virgen de Lourdes se tratase.

El Pastor Alemán es una raza a la que podemos exigir mucho en físico y en carácter pero la raza es proporcionalmente exigente a las prestaciones que nos ofrece, y en esta raza, son muchas.

Requiere de un desgaste energético intenso y diario si no, el exceso de energía se acumulara o lo aplicaría en casa (cuando el demonio no tiene que hacer…), lo que casi nunca nos place, del mismo modo que nuestros niños son mas manejables después de una hora de natación con los perros pasa lo mismo, con el inconveniente que si nuestro niño es un gran atleta necesitará dos horas en vez de una y ese es el caso del perro Pastor Alemán.

Lo mismo nos pasa con su inteligencia, cuanto más potencial tiene un individuo al respecto, más inquietudes e inconformidades presenta, lo que nos exige que nuestra “oferta” cognitiva vaya acorde a su “demanda” lo cual estabiliza, sacia y vincula correctamente a nuestro cachorro de Perro Pastor Alemán, el cual debe ser un ejemplar de grandes inquietudes.

De no ser así, de no enriquecer lo suficientemente su vida, no deberíamos de asombrarnos de conductas atípicas e indeseadas.
Lo que no es coherente es que con 3 meses un cachorro de Perro de Pastor Alemán se siente, se tumbe y de la pata y con 3 años siga estancado en lo mismo.
Es un animal polifacético y así también lo debe ser su vida, una persona adulta que la hemos estancado forzosamente en parvulario tampoco tendrá las conductas más adecuadas o previsibles de un humano adulto.
Es por tanto el aprendizaje continuado y ascendente una necesidad como cualquier otra para mantener en óptimas condiciones a un ejemplar de esta raza, poder disfrutarla, sacarle máximo partido y minimizar inconvenientes.
El cachorro de Perro de Pastor Alemán es como una esponja ávida de aprendizaje y emociones, los cuales, si no los ofrecemos y controlamos nosotros los realizará por su cuenta y riesgo, lo que no siempre es conveniente, pues aprenderá lo bueno y lo malo y repetirá las conductas que le hayan sido favorables, independientemente de que para nosotros sean las más adecuadas.
Es un perro de tipo pastor, por lo tanto gregario, lo que facilita una fuerte y excelente vinculación con el propietario o la familia, por lo que el trato debe ser intenso, constante y correcto para mantener una relación con las mismas características.
El potencial de esta raza es muy elevado, esto lo facilita la alta carga de instintos (búsqueda, presa, protección, pastoreo…) en cantidad y calidad, lo cual implica que, desde muy pequeño y en función de la finalidad que tengamos en un futuro para nuestro cachorro deberemos estimularlos, controlarlos o derivarlos para nuestra correcta satisfacción y preferiblemente con el asesoramiento de un profesional experto en la raza.
Es una raza donde la equidad es un factor importante, el esfuerzo por nuestra parte en el trato, educación, aprendizaje, desarrollo y control instintivo, vinculación afectiva, etc. se ven compensados con creces pues esta raza, si bien criada, hace las cosas con su mayor virtud, el corazón.

David Borjabad Rubio
Centro Canino Rukuba

www.rukuba.es