Socialización ambiental 3
La segunda etapa de la socialización como decía corresponde a las semanas que van de la 12 a la 24.
En esta etapa no podemos recuperar el tiempo perdido, si bien es cierto que en algo podemos mejorar y que peor es no hacer nada los resultados no son en absoluto ni parecidos a una correcta
socialización.
Por el contrario, un cachorro que está perfectamente socializado hasta la semana 12 puede perder su socialización si no continuamos el proceso hasta los 6 meses como poco.
En esta segunda etapa y coincidiendo con un aumento en la desvinculación de tipo “parental” que establece inicialmente el cachorro con nosotros por paralelismo el valor a obtener es que no haga
falta tanta proximidad por nuestra parte para que el cachorro se sienta seguro, es decir, que no necesite de una fuente externa de seguridad sino que se vaya generando una sensación de “seguridad en
si mismo”.
Esto ha de ser gradual, no quiere decir que no se vayan realizando situaciones antes de los 3 meses que fomenten estos valores sino todo lo contrario, que antes e pueden ir haciendo pero de forma más
puntual para no correr demasiados riesgos igual que después de los 3 podemos en un momento dado por ejemplo cogerlo en brazos si la situación lo requiere, es decir, que si el final es que con 6 meses
tengamos un perro que confíe plenamente en su seguridad es torno a los 3 debe de haber un proceso aproximadamente intermedio.
En esta etapa por ejemplo podemos utilizar ciertos recursos externos a nosotros y reforzar su uso, se trata al igual que a un niño d decirle “has visto que machote? Tu solito!!”
Por ejemplo me salto una de sus comidas y la siguiente el perro tiene un hambre increíble y me lo llevo a la cantera o club de tiro, le pongo la comida y me alejo de él, inicialmente poco hasta
conseguir de forma paulatina una distancia considerable, incluso me meto en el coche y me alejo, eso si, vuelvo antes de que termine de comer para que no me tenga que buscar cuando termine, para que
este proceso dure más y tenga mejor efecto utilizo recursos donde el perro tarde bastante en obtener la comida como los conocidos jueguetes interactivos, mis preferidos son “El dado”, “La Pirámide” y
como no, con el que los inicio, una barata botella de Coca-cola con el pienso dentro y con más o menos taladros según la experiencia del cachorro en estos menesteres, así está más entretenido, al
estar más concentrado su percepción “anula” los tiros o estruendos y el resultado es magnífico. Lógicamente nos aseguraremos de que no hay posibilidad alguna de percance durante estos ensayos.
La pelota es otra opción de obtener similares resultados, a mi me gusta alternar y según que etapa, finalidad o en el caso de que haya que trabajar alguna deficiencia en la socialización utilizo una
u otra alternativa, jugar con la pelota o que la busque bajo un camión arrancado o incluso acelerando, que la coja entre las piernas de una persona que acelera una motosierra, que suba a la pala de
un dumper a coger la pelota mientas la mueve, o jugar al tira y afloja en la salida de un concierto de Rock o incluso esconderla al otro lado del parque o entrada del concierto y que vaya a buscarla
sin prestar la más mínima atención a los transeúntes son mi objetivo, busco que entienda que cualquier desatención le desaproxima o dificulta su objetivo.
Un perro con esa predisposición tiene mínimas dificultades para obedecer en casi cualquier situación.
David Borjabad
Director Técnico
Centro Canino Rukuba